Por Marieta Hernández y Lorenzo Calcaño
Acabamos de llegar de un recorrido por los llanos de Guárico y Cojedes que nos llevó en el primero de esos estados por la Estación Biológica de la Sociedad de Ciencias Naturales (gracias a la amabilidad del amigo Farid Ayaach) y los Hatos Masaguaral y Flores Moradas. Allí logramos avistamientos y fotos fabulosas de rapaces, bandadas de miles de patos Guiriri y Yaguaso Cariblanco, bellos garceros, así como especialidades llaneras como el Frutero de coronita, la Inezia coluda y el Pico chato amarillento; no faltaron los migratorios como la Reinita Amarilla y el Chicuaco Cuello Rojo.
El martes de carnaval, partimos hacia Cojedes para una estadía de 3 noches en Hato Piñero
La experiencia con las aves fue alucinante, como estamos en temporada seca, disfrutamos la concentración de garzas, gabanes, etc. en los cuerpos de agua. La abundante presencia de los Pauijies encrestados ( (Crax daubentoni) especie amenazada) nos asombró. En las primeras horas de la mañana y al atardecer llegamos a ver en dos sitios concentraciones entre 80 y 100 de ellos. Otros caminaban tranquilamente al lado de la posada donde acostumbran darles comida. Asímismo la abundancia de la Cotara Caracolera en número sorprendente.
Los recorridos por el bosque seco y el bosque de Galería al lado del Caño San Gerónimo fueron excelentes para ver las aves típicas. Lorenzo, aunque no pudo fotografiarlo, avistó el Carpintero Dorado (Piculus chrysochloros) yo me perdí ese lifer. Pero el segundo recorrido que hicimos en bote sin motor en el citado caño, gracias a nuestro excelente baquiano Gertrudis, fue el que nos permitió realizar un anhelo de años. Logramos ver y fotografíar en toda su plenitud la esquiva Garza Pechicastaña (Agamia agami) a pesar de que se oculta inmóvil en la vegetación más tupida que puede encontrar en la orilla del caño; vimos primero el adulto y luego un juvenil, un poco más confiado.
Como si esto fuera poco, de pronto nos llamó la atención un leve movimiento en el agua frente al bote, con el mayor sigilo se había lanzado al agua el escurridizo Zambullidor del Sol (Heliornis fúlica). Nos dio tiempo para verlo, pero Lorenzo apenas logró una foto lejana de la cabeza, pues inmediatamente desapareció en la vegetación del borde, sin que pudiéramos encontrarlo de nuevo, pero nos dejó la inmensa felicitad de haber visto en poco tiempo 2 lifers que valen por 10.
Saludos
Marieta y Lorenzo
COMENTARIOS